Pulmonaria de árbol

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PulmonariaArbol.png
Lobaria pulmonaria Hofímann

Lobaria pulmonaria de tamaño natural. (Original de Núñez.)

Sinonimia

cast., pulmonaria arbórea, pulmonaria de roble, pulmonaria de enana; port., pulmonária-das-árvores, pulmonáña-dos-carvalhos; cat., herba freixurera


Descripción

Éste es un liquen de la familia de las estictáceas, que se extiende por el suelo, a menudo al pie de los árboles y en los tocones enmusgados de los bosques. Forma unas hojas grandes, desigualmente lobuladas que, cuando se extienden por causa de humedad, son blanquecíñas y sin tiesura, mas, en tiempo seco se vuelven coriáceas. En la superficie superior se forman unos alvéolos grandes y desiguales, con venas ramificadas que limitan otros cada vez menores. Los grandes alvéolos, van decreciendo hacia la periferia, de manera que en los lóbulos del liquen son ya mucho más pequeños y más angostos.

En la cara inferior, cada alvéolo forma un bollo de escaso resalto, limitado por surcos que corresponden a las venas de la haz. Estos surcos tienen color muy oscuro, y las abolladuras, terroso u ocráceo. La cara superior del liquen es parda o ligeramente olivácea.

Madura sus esporas durante todo el año.

Se cría

Principalmente en los hayedos y robledales, sobre las cepas o los troncos de los árboles añosos, en toda la Península, pero con mayor frecuencia en el Norte.

Composición

Tiene sabor algo amargo, con un dejo astringente. Produce el ácido estictínico, nombre derivado de Sticta, género al cual se había adscrito este liquen, llamado por Linné Lichen pulmonarius.

Virtudes y uso

Su aspecto pulmonar sugirió sin duda el empleo para combatir las afecciones de los órganos respiratorios.

Cazin recomendaba su uso con entusiasmo, porque le había proporcionado tan buenos resultados como el Hquen de Islandia. «Para mis enfermos necesitados —decía— ha sido un excelente recurso curativo.»

Este mismo autor recomendaba tomarlo en cocimiento, endulzado con miel, contra los catarros pulmonares crónicos. Se puede preparar con 1 onza de Hquen y medio litro de agua, que se deja hervir durante quince minutos. Se cuela y se añade la miel antes de tomarlo. Se administra a tazas, bien caliente.

Según los casos, Cazin añadía a este cocimiento flores de tusílago o las de malva, yemas de álamo negro, de abeto, etc.

Historia

El liquen de Dioscórides no es ni siquiera un liquen, tal como se entiende este concepto en la actualidad, sino la hepática de las fuentes(Marchantía), que, según Laguna, tiene las «hojas» llenas de zumo y como hojaldradas. Bien dice Mattioli en sus comentarios al mismo capítulo cuando afirma que para los más doctos simplicistas de su tiempo se trata de aquella especie que los boticarios llaman hepática.

Pero en aquellos comentarios, Mattioli añade que «semejante al liquen, sobre los robles y otros árboles silvestres, en la espesura de los bosques, nace otra planta musgosa y más ancha, sin jugo, verde por encima y amarilla en la cara inferior, manchada de algunos puntos, de manera que se parece a un pulmón humano, y, por esto, Uamada de muchos pulmonaria. Probablemente, añade, por fiarse más del nombre que de sus propias facultades, algunos la usan para sanar las úlceras del pulmón y los esputos de sangre. Contra las cuales dolencias puede ser apropiada por su sequedad y astringencia. Otros, prosigue, ponderan su eficacia para consoHdar las heridas, para las úlceras de los miembros genitales y para restañar los flujos de las mujeres, para lo cual la consideran eficacísima, e igualmente para la disentería y los vómitos coléricos».

Como advertirá el lector, Laguna se expresa de manera parecida en sus comentarios: «Otra especie de liquen semejante a ésta, empero más ancha y más seca, se halla sobre las encinas (en nuestra edición dice enzias) y robles, la cual, por parecerse a un pulmón se vino a llamar pulmonaria. Algunos, confiados en sólo el nombre, la dan contra las llagas de los pulmones. Tiene cada una dellas facultad de mundificar y de resfriar moderadamente, con estipticidad manifiesta; de do se puede conjecturar que posee virtud de soldar las heridas frescas y encorar las llagas antiguas».

Observación

El liquen canino (Peltigera canina Hoffrnann), foliáceo y de color pardo rojizo o pardusco violáceo, con los apotecios erguidos sobre los bordes de los lóbulos, en otros tiempos fue empleado contra las mordeduras de los perros rabiosos. Ha caído en completo olvido.