Oxicedro

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Oxicedro.png
Juniperus oxycedrus L.

Ramita femenina de cada (Juniperus oxycedrus), con un gálbulo y una hoja vista con mayor aumento. (Original de Núñez.)

Sinonimia

cast., cada (del griego kedros [κέδρος] que en árabe dio átar, y en francés cade y cadier, como en catalán cádec), enebro de la miera, enebro mayor (juniperus major), broja en Burgos, buto en la serranía de Cuenca; port., cedro-de-espanha, oxi- cedro, zimbro-galego; cat., oxicedre, cádec, y en Baleares, por no haber sino éste, ginebró


Descripción

La cada, llamada también enebro de la miera, se confunde con el verdadero enebro por las gentes poco conocedoras de las plantas; no por aquel Sovatger de los puertos de Tortosa, que tampoco ignoraba las apetencias del verdadero enebro, aquerenciado a las alturas, en buena compañía con el pino silvestre en todo el país mediterráneo. Pero la cada se distingue fácilmente del enebro porque en la haz de sus hojitas tiene dos bandas blancas separadas por una línea verde, en lugar de aquella sola banda que se muestra en las del enebro en todo tiempo, y así no es menester ver el gálbulo para decidir. Éste es mayor y de un color rojizo de cuero, no azul o negro azulado y pruinoso. En aquella «Historia Natural» del Instituto Gallach (tomo III, pág. 188) tengo publicada la fotografía de una cada de las cercanías de Osor, en el valle del Ter, que alcanzó 19 m de altura, y cuyo tronco, de enorme grosor, fue presentado en la Exposición del Mueble, de Barcelona, en 1923. Enrique Gros, a la sazón recolector de plantas del Museo de Ciencias Naturales, con su celo habitual, nos proporcionó tan extraordinario ejemplar, que más hubiera valido dejar en su sitio para admiración de todos.

Florece en primavera.

Se cría

En las comarcas mediterráneas de nuestra Península, y en las laderas soleadas y secas de nuestros montes; y cuando convive en el mismo país con el enebro común, éste se localiza en las umbrías y en el fondo de los barrancos. Falta en el norte peninsular, y se enrarece hasta desaparecer en el Oeste. Suele acompañar a la encina y al pino de Alepo.

Composición

Aunque también se usan los gálbulos, como si fueran nebrinas, su aroma es menos intenso y más ordinario.

En cambio, por destilación seca de su madera, se obtiene una especie de brea llamada miera o aceite de cada (oleum cadinum, oleum cadae). En esta destilación se usan sobre todo los troncos y raíces gruesos, cuanto más recios mejor, y, sobretodo, el corazón de la madera, que rinde mucho más. Es un líquido siruposo, de color oscuro, olor a empireuma y sabor ardiente, con dejo amargo.

La composición del aceite de cada varía según su procedencia. Está constituido por gran cantidad de resina, con muchos hidrocarburos, sobre todo cadineno, y diversos fenoles.

Virtudes

Se ha usado como antihelmíntico y vulnerario.

Uso

Como antihelmíntico, se administran de 3 a 5 gotas, en un poco de agua, al acostarse, y otras tantas, de la misma manera, en ayunas. Es mejor dar un purgante ligero para facilitar su acción.

Para encorar las llagas tórpidas o las úlceras inveteradas se extiende sobre ellas una capita de miera, y con un poco de agodón se quita la que se considera sobrante, porque se recomienda emplear sólo una ligera película de miera. Se repite la operación cada dos o tres días, y pronto se ve encorar la llaga o la úlcera.

Se hace gran uso de la miera por los veterinarios, para sanar la roña de los ganados, y otras dolencias cutáneas.

Historia

Dioscórides se refiere al cedro, que no es otro que este oxicedro o cedro punzante, en el cap. 85 del Libro I. Dice así según Laguna: «El cedro es un árbol crecido, del cual se coge la resina llamada cedria. Produce su fructo redondo como el enebro, y tan grande como el que nace del arrayán. Tiénese por excelentísima cedria la gruesa, la transparente, la de muy grave olor y la que distlilándose gota a gota no se desparce, sino que queda toda junta en un cuerpo. Tiene aqueste licuor propiedad de corromper los cuerpos vivos y conservar los muertos, por donde algunos le llamaron vida de los de fundos. Corrompe también el paño y el cuero, con la excesiva fuerza que tiene de calentar y de desecar. Empero es útil para clarificar la vista, porque quita las cicatrices y las blancas nubes que ofuscan los ojos. Instilado con vinagre, mata los gusanos que se engendran dentro de los oídos, y resuelve los zobidos (zumbidos) y silbos que se sienten en ellos instilándose con el cocimiento de hisopo. Metido en el horado del diente, se quiebra, y juntamente quita el dolor, lo cual hace también si con él, desecho en vinagre, se enjaguaren los dientes. Si se untan el miembro viril con él, antes del acto venéreo, lo hace inepto para engendrar. Aprovecha mucho su unctión para relajar la esquinacia y las hinchazones de las agallas. Con su unctura mueren súbito los piojos y juntamente las liendres. Aplicado con sal, es remedio contra la mordedura de la cerasta. Bebido con vino paso, socorre contra el veneno de la liebre marina; tomado en forma de lamedor, y aplicado en unctión, es útil a los leprosos; mundifica el pulmón llagado y sánale si se bebe cuanto la medida de un ciato; echado por vía de clister, mata las lombrices y los gusanos que parescen pepitas de calabaza, y arranca la criatura del vientre. Hácese de la cedria, ansí como de la pez, un óleo colgando encima de ella, mientras se cuece, algún vellocico de lana, el cual sirve a todas aquellas cosas a las cuales aprovecha la sarna, empero, particularmente, sana la sarna de los perros y bueyes, y de todos otros animales cuadrúpedes; de más des- to mata las garrapatas que los molestan, y encora las llagas que les hacen al trasquilarlos. Llámanse las bagas del cedro cedriles, y son de caliente natura, y aun adversarias al estómago. Empero hacen provecho a la tose, al espasmo y ruptura de nervios y al estilicidio de orina. Bebidas con pimienta molida, provocan el menstruo, y con vino, socorren a los que bebieron algo de la liebre marina. No dejan llegar las serpientes al hombre que se untare con ellas, mezcladas con el unto o con el meollo de los huesos del ciervo. Mézclanse en las medicinas con veneno. Cógese de la cedria también hollín, como digimos cogerse aquel de la pez, a el cual corresponde en virtud». Mattioli pone a este capítulo extensos comentarios, de los cuales tomamos los siguientes párrafos: «Aunque no tan grandes como en Chipre, los cedros (entiéndase, oxicedros) nacen también en Istria, donde son tenidos por enebros (esto es, como en las Baleares). Porque no saben qué es el cedro, ni que sea tan parecido al enebro; pero el señor Giorgio Reffinger, delegado en Lu- biana de toda la Carniola, habiéndome dado una ramita toda cargada de frutos rubicundos y de buen ver, olorosos y tamaños como los del mirto, acordéme de cuanto tenía leído en Teofrasto y en otros Antiguos, y viendo el fruto tan rojo, caí de golpe en la cuenta que no podía ser otro que el cedro. De manera que según refieren los escritores antiguos y también los modernos, si no fuese que el cedro da el fruto bermejo y un poco mayor, sería difícil conocerlo y distinguirlo del enebro».

«Del cedro —escribe Laguna—, tenemos dos diferencias, conviene a saber, mayor y menor. Hállase el cedro menor en algunas partes de Italia, en todo semejante al enebro, salvo que es algún tanto más grande y produce el ffucto rojo y suave al gusto... El cedro mayor crece en la isla de Cypro, tan alto, que a las veces se halla luengo de ciento y cincuenta pies, y tan grueso por el tronco, que cinco hombres asidos por las manos a penas le pueden bien abrazar... El Bellonio pinta el cedro mayor con piñas y muy semejante al lárice, sin traemos autoridad de algún escriptor para que le creamos.»

El cedro mayor de Chipre, semejante al alerce y con piñas, pertenece al género Cedrus de los autores modernos, y a la especie Cedrus libanitica subespecie brevifolia.

En nuestro ejemplar de la «Materia médica», que como hemos dicho fue de la Cartuja de Scala Coeli, lo que afirma Dioscórides acerca de las facultades anticoncepcionistas de la cedria o miera está borrado; y se suprimió en ediciones posteriores. Mattioli comenta aquel párrafo diciendo: «...no es pues de maravillarse que siendo (la cedria) tan activa... puesta en tomo al miembro viril impida la concepción, en lo cual verdaderamente no tiene par».