Hongo yesquero

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HongoYesquero.png
Fomes fomentarius Fríes

Hongo yesquero. A la izquierda entero, sobre un tocón cortado; a la derecha: en sección, para mostrar la corteza, la yesca y los tubos himeniales (De Núñez; imitado de Rolland)

Sinonimia

cast., agárico yesquero, agárico de encina, o, simplemente, yesquero; port., agárico-dos-car- valhos, boleto-da-isca-de-couro; cat, bolet d’esca, esca de carrasca; vasc., ardai, ardagai


Descripción

El aparato reproductor del hongo yesquero nace sobre los troncos de diver­sos árboles de hojas piarlas, y puede alcanzar una anchura de 2 palmos y más y 1 palmo de espesor; surge adosado al tronco, a manera de ménsula, con la cáscara dina, córnea, formando relieves concéntricos más o menos levantados de color grisáceo o muy oscuros, y hasta negros. En la cara inferior se superponen, estratificadas, diversas ca­pas de tubos relativamente largos y delgados. La carne de este hongo, a manera de fieltro, es fofa y de color leonado. Este hongo se desarrolla largo tiempo formando nuevos estratos de tubos que se suman a los de años precedentes.

Se cría

En los troncos de los chopos, sauces, hayas, robles, encinas, etc., en los bosques húme­dos de la mayor parte del país.

Preparación de la yesca

Para preparar la yesca de este hongo, dice Texidor («Flora farma­céutica», pág. 319), «se le corta en fragmentos mondándolos de la capa exterior dura, y suelen macerarlos con agua, y aun, en algunas localida­des, los lixivian con lejía colocados entre la ropa de la colada, y luego se les contunde con un mazo de madera para que se ponga flexible, suave, del­gado y esponjoso.

»La yesca que sirve para quemar o se usa para moxas se la baña en una disolución de nitro con­centrada; pero no se ha de aplicar ésta cuando es la yesca destinada para cohibir las hemorragias, en cuyo caso conviene que sea muy fofa y tomen­tosa, para que mejor absorba la sangre, y, compri­miendo los tejidos, determine su oclusión...

»Anualmente, recibimos en la Península mu­chas arrobas de yesca, que podría, en gran canti­dad, ser preparada en el país; y del Polyporus ig- niarius Fríes ha dicho el señor Amo que no es a propósito para fabricarla, pero sí útil para conser­var el fuego en los hogares, porque se quema con mucha lentitud, y de aquí su nombre específico».

La yesca está constituida por una trama muy densa de hebras finísimas, que son filamentos en­tretejidos de la parte interna de este hongo, capaces de absorber el agua y la sangre fácil y rápidamente.

Uso

En medicina casera se usa todavía para restañar la sangre de las heridas.

Historia

Para obtener la yesca y prender fue­go en ella con las chispas del pedernal, este hongo se emplea desde remotos tiempos, anteriores a nuestra era. A esta especie hay que referir cuanto expone G. F. L. Sarauw en «Le feu et son emploi dans le nord de TEurope aux temps préhistoriques», trabajo publicado en los «Annales du XXe Congrés archéologique de Belgique», págs. 196-226. Véase a este propósito lo que dicen Valentina Paulovna y R. Gordon Wasson en su citada obra, tomo I, pág. 116.

En medicina, dice Quer («Flora española», tomo II, pág. 189), ha tenido uso entre los anti­guos, «los cuales se servían de este agárico para restañar la sangre, aplicándole sobre los vasos cor­tados en las heridas, sujetándole con un cabezal y venda... Mas, como hasta los remedios están suje­tos a la moda, ha padecido por mucho tiempo notable olvido, no haciendo caso de su mucha eficacia con los nuevos inventos de aguas arteria­les, estípticas, polvos simpáticos y otros muchos de esta naturaleza; aunque en nuestra España puedo afirmar que desde mis tiernos años lo he visto usar, no sólo entre facultativos, para atajar la sangre de las hemorragias, subministración y apli­cación de sanguijuelas, y con el mismo método que entre muchos está acreditado por nuevo; sino es también entre rústicos, en muchas partes de Cataluña, para atajar la sangre de las cortaduras y caídas, machacándolo primero entre dos piedras hasta que lo dejan flexible, y, después, aplicándolo sobre las heridas».

En medicina facultativa su uso ha acabado por olvidarse completamente.