Efedra fina

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Ephedra major Host

Ephedra major, con semillas y flores masculinas. (Original de Núftez)


Descripción

Esta efedra forma matas bajas, hasta de 1 m de altura, muy ramificadas en lo alto, con el aspecto de ciertas retamas, porque parece no tener hojas, pero con las ramitas mucho más finas, de 0,5 a 1 mm de espesor, y de un verde glauco. Examinando las ramitas con cuidado, las hojas se descubren en los nudillos, un par en cada uno, opuestas, membranosas y entresoldadas, formando un vasito de 1 a 2 mm. Esta planta tiene macho y hembra; cuando es tiempo de florecer, en los nudillos del macho se forman unos pomi- tos de flores, globulosos, que, acoplados, no pasan de 5 mm, en los que se disciernen, muy amarillas, las anteras de los estambres; en realidad, las flores masculinas sólo tienen estambres, generalmente seis en cada flor, con los filamentos soldados en uno y con las anteras libres en su extremo superior. Las hojitas de estos diminutos ramilletes también se sitúan una frente a otra, se sueldan por parejas y cada hojita trae una flor en su axila. En los nudillos de la efedra hembra, y colocadas de manera semejante, nacen las flores femeninas, que se reducen asimismo a lo imprescindible, a saber, al rudimento de la semilla. En lugar de varias en cada ramillete, sólo se forman una o dos flores femeninas, rodeadas en la base por tres parejas de hojitas opuestas y entresoldadas, de las cuales las superiores se hinchan de jugos y enrojecen en la madurez, como aquella pequeña cúpula que envuelve la simiente del tejo.

Florece en primavera y madura sus semillas desde mayo en adelante.

Se cría

En las tierras áridas, en los peñascos calcáreos, en los collados pedregosos, en las garri- gas, etc., del sur de Aragón, desde Fraga a Jaba- lambre, por Calatayud, montes de Villalbilla y Anchis, Monreal del Campo, Teruel, Villel, Gea, Albarracín, entre Checa y Setiles, hasta la Sierra Menera, en Tordesilos; de Castilla la Nueva, en los alrededores de Aranjuez, Ciempozuelos, etc., hasta Valdemontiel, cerca de Ruidera, según plantas colectadas por González Albo. En España alcanza sus límites australes en la sierra de María y sierra del Cuarto, de la provincia de Granada, según Will- komm y Reverchon, respectivamente; los boreales en Navarra, cerca de Caparroso, en Recueja, según Ruiz Casaviella; en Aragón, en la Sierra de Loarre, cerca de Guara, y en Cataluña, en Organ- yá, de confirmarse el aserto y las sospechas de Bu- bani. En las exsiccata «Flora ibérica selecta», y con el núm. 103 (1935), hemos distribuido la Ephedra scoparia Lange de las cercanías de Aranjuez, es decir, de su lugar clásico. Pero la Ephedra scoparia se considera igual a la Ephedra nebrodensis Tineo (1844) y ésta a la Ephedra major Host (1831). Véase la tesis doctoral de la Facultad de Farmacia de Madrid de J. Ferret de Querol, «Histología, estudio crítico y revisión de las especies españolas del género Ephedra», Sitges, 1953. Y San Martín, «Contribución al estudio químico de las efedras de España», Anales de la Real Academia de Farmacia, junio de 1943.

Virtudes

«La efedra —dice Moritz— es una adquisición relativamente moderna de la materia médica europea; pero en China, con el nombre de Ma Huang, se empleaba desde remotos tiempos una droga semejante. En aquel país se conocen dos de estas drogas, una de ellas, procedente de la Ephedra equisetina Bunge, apenas exportada, y otra, constituida por diversas especies del mismo género, principalmente por la Ephedra sínica y por la E. shennungiana Tang. Se trata de pequeños arbustos de la familia de las gnetáceas. En Europa vive también una especie de este género, la Ephedra distachya L., que contiene asimismo, aunque en cantidad moderada, el principio activo.

»En esta droga, herba ephedra, la base más importante es la /-efedrina; pero también contiene la d-pseudoefedrina, que es un estereoisómero de la efedrina, la í-N-metilefedrina, la í-nor-efe- drina, la d-N-metilpseudoefedrina y la d-nor- pseudoefedrina. Por sus virtudes, la /-efedrina natural tiene particular importancia. Por su fórmula estructural, la efedrina es muy semejante al hormón animal adrenalina; y por su manera de actuar también se le parece y puede emplearse como un sucedáneo relativamente inocuo de aquélla. Sin embargo, se advierten considerables diferencias en su comportamiento. En primer término, la efedrina produce el estrechamiento de los vasos (como si se tratara de una excitación del simpático); y la adrenalina actúa excitando realmente el simpático, por ejemplo, mediante una inyección de esta droga, con la cual se logra una relajación de los músculos bronquiales, en lo cual se funda su empleo en el asma bronquial. La /-efedrina natural es más activa que la d-pseu- doefedrina o que la combinación racémica llamada efetonina. También se diferencia de la adrenalina por otras propiedades importantes, a saber: Es mucho menos sensible que ésta a determinadas influencias externas, y, sobre todo, no se modifica en el medio digestivo gastrointestinal, por lo cual, contrariamente a lo que sucede con la adrenalina, también puede administrarse por vía bucal. En el torrente circulatorio, así como la adrenalina queda al punto destruida y, por consiguiente, su acción es pasajera (parecidamente a lo que ocurre con la acetilcolina, el hormón del vago), la efedrina tampoco es de tan fácil demolición en el seno del aparato circulatorio, de manera que su acción, aunque considerablemente más débil que la de la adrenalina, es de más prolongada actuación. Por otra parte, la acción de la efedrina es notable sobre la pupila ocular, porque es capaz de dilatarla. Esta midríasis se logra asimismo con otras sustancias de esta misma familia de las gnetáceas, las cuales emplean los indios del Brasil en el arte cosmética.

»E1 contenido alcaloídico de esta droga (Ephedra distachya L.) experimenta variaciones según la época de la recolección. Durante la primavera casi no contiene alcaloides; pero en otoño llegan del 1 al 1,5%.» (Moritz, «Einfürung in die allgemeine Pharmakognosie»)

La familia de las gnetáceas, a la que alude Moritz, es tan afín a las efedráceas que algunos autores las reúnen en una.

La Ephedra distachya L., que cita dicho autor como origen de la droga europea herba ephedra, también está en España, conocida con los nombres usuales de belcho, uva de mar o uva marina, etc.; todas estas plantas son muy semejantes, y, al parecer todas contienen parecidos alcaloides aminados. Hemos preferido escoger la Ephedra major Host, porque parece ser la más rica en principios activos de todas las especies peninsulares.

Uso

En medicina casera no es prudente hacer uso de esta efedra, que por su actividad y su manera de actuar requiere conocimientos médicos facultativos para su empleo.

Sin embargo, según Laza Palacios, en la «Fió- rula farmacéutica malacitana», núms. 20 y 21, dice que de la Ephedra fragilis Desfontaines, «se emplean en cocimiento los tallos jóvenes, como antiasmático, antirreumática, sudorífica y estimulante, gozando de un gran prestigio en la Medicina popular». == Historia == En la parte extractada de la «Farmacognosia» de Moritz, no figuran datos concretos acerca de la antigüedad de los conocimientos chinos sobre las virtudes de las efedras. Pero Kroeber, en «Das neuzeitliche Kráuterbuch», 2.a edición, tomo III, pág. 270, asegura que tales conocimientos se remontan a más de 5.000 años, y que se reputaba un famoso remedio antiasmático. La medicina por intuición ha logrado éxitos tan extraordinarios que, de ser ciertos los datos anotados, no harían sino corroborar su prestigio.

En cambio, de no ser el trago descrito escuetamente en el cap. 52 del Libro IV, de Dioscóri- des, no podemos reconocer la efedra en otros simples de su «Materia médica». Se interpretó como una barrillera, la Salsola tragus L., y como tal figura dibujada en el Dioscórides de Laguna. Pero L’Écluse, en su obra sobre las estirpes raras en España, publicada en 1576, nos dice que en su tiempo los simplicistas más experimentados referían belchos y uvas marinas al trago de Dioscórides, algunos de cuyos caracteres no cuadran mal a estas plantas.

Tomada de Laguna, la descripción del trago de Dioscórides dice así: «El trago, llamado scorpion de algunos, es una mata pequeña, que, por la mayor parte, crece hacia la orilla del mar y se va derramando por tierra. Ésta es algún tanto luenga y de la altura de 1 palmo, y, algunas veces, mayor; no produce hojas, sino en torno de sus ramillos muchas como uvas pequeñas, rojas, puntiagudas, al gusto en extremo extípticas y tamañas como granos de trigo. Bebidas diez dellas con vino, restriñen los flujos estomacales y también los del menstruo. Suelen algunos majarlas y hacer dellas ciertas pastillas, las cuales guardan para cuando menester fueren.

»E1 trago —comenta Laguna— es una planta espinosa en tal grado que, en lugar de hojas, solamente produce espinas, y junto a ellas el ffucto...». En fin, que nos quiere pintar la Salsola tragus de Linné, la indicada barrillera espinosa.