Doradilla
Ceterach officinarumLamarck y De Candolle
Doradilla (Ceterach officinarum): a la derecha, detalle del reverso de la fronde. (Original de Sierra.)
cast., doraíUa, hierba dorada y, en algunas montañas malagueñas, té; port. y gall., doira- dinha, douradinha, erva-doirada, ceteraque; herba de ouro, fento pequeniño, fenta pequeniña; cat., ceterae(según Laguna), dauradella, dauradeta, do- radella, doraella, auradella, dorada, herba daura- da, herba cíe la sang; vasc., kulandrin orí (esto es, culantrillo amarillo)
Descripción
La doradilla es un helecho inconfundible por la forma de sus hojas o frondes, de menos de 1 palmo de longitud, divididas en gajos a ambos lados, tal como indicamos en la figura adjunta; la cara superior de estas frondes, agrupadas en rosetón, es de un verde mate y sin pelos, y la cara inferior está cubierta de innumerables escamitas brillantes, argentinas o doradas, y de ahí el nombre de la planta. En tiempo muy seco, las frondes se encogen y se apelotonan, con la cara verde oculta en lo interior. Los esporangios quedan recubiertos por las escamas del reverso de las frondes.
Maduran los esporangios durante casi todo el año.
Se cría
En los muros y en los peñascos de casi todo el país, desde el nivel del mar hasta 1.500 m en las montañas de Andalucía.
Composición
No la conocemos.
Virtudes y uso
Es planta astringente, y se emplea contra la tos y como diurética, en cocimiento, que se prepara con 1 onza de doradilla y 11 de agua; se deja hervir durante quince minutos. Para provocar la orina este cocimiento se toma a pasto, cuanto se quiera. Para combatir la tos, los acatarrados lo toman bien caliente, a tazas, endulzado con miel o azúcar cande.
Según Moreira (1934), en Tortosa utilizan este mismo cocimiento para «rebajar la sangre».
Las genovesas del siglo xvn, dice Dine, utilizaban la doradilla para enrubiarse (far la bionda). Con la lejía hecha de ceniza de esta planta se lavaban a menudo la cabeza, y ponían el pelo a secar al sol.
Historia
Dioscórides describió, en los términos siguientes, según Laguna: «El aspleno, llamado scolopendrio, de algunos, y hemionio, de otros, produce, de una raíz, muchas hojas semejantes a la scolopendra, venenoso animal. Nace por los muros y por pedregosos y sombríos lugares. No hace tallo, ni flor, ni simiente. Sus hojas son hendidas como aquellas del polipodio, por la parte baja (entiéndase, por el reverso), vellosas y algún tanto rubias; y por la alta (léase, por la haz), verdes. Las cuales, cocidas en vinagre y bebidas una cuarentena de días, disminuyen el bazo; empero tiénense también de aplicar por de fuera, majadas con vino, para el mesmo efecto. De más desto, son útiles al estilicidio y a la retención de la orina, y sanan la ictericia y así mesmo el sollipo; y deshacen la piedra de la vejiga. Créese que hace las mujeres estériles si la traen junta consigo, o sola o con el bazo de un mulo. Empero dicen que para este efecto se tiene que arrancar de noche y sin luna».
He aquí los comentarios que aquel intérprete pone a este capítulo: «Tomaban los boticarios y los médicos, en los tiempos pasados, aquella hierba que vulgarmente se llama lingua cervina, y es la phyllitis legítima de Dioscórides, por la vera scolopendra o asplenodel cual se trata en el presente capítulo; y aún están algunos dellos tan obstinados hoy día y tan heréticos en esta perniciosa opinión, que, por su gran pertinacia y porfía, son dignos de capital odio; y por la ignorancia y ceguedad que los guía merecen que tengamos compasión dellos y que roguemos a Dios les abra el entendimiento para que vean el derecho camino de la verdad, pues, para reducirlos a él no basta industria ni persuasión humana. Es, pues, la verdadera scolopendra o aspleno aquella planta vulgar que crece por las paredes húmidas llamada cetrach, de los árabes, y doradilla, en Castilla, por tener el envés dorado. Porque si bien miramos produce las hojas como las del polipodio menor, por la parte baja vellosas y algún tanto rubias, y por la parte alta, lisas y verdes. Las cuales (según consta por la experiencia) no nacieron sino para deshacer las hinchazones del bazo, aunque desopilan también el hígado y remedian todas las dificultades de orina. Crece aquesta, viciosísima, en cierta parte de Creta, junto al río Potereo, y ansí todo el ganado que pace en aquella región, cuando le vienen a abrir, se halla del todo sin bazo. Hizo creer a algunos que el as- pleno y la scolopendra fuesen plantas diversas una autoridad de Galeno, el cual, en el quinto libro de la facultad de los simples, habla en esta manera. Las mayores opilaciones del bazo piden por remedio la corteza de la raíz de las alcaparras y del taray, la scolopendra, la cebolla albarrana, y aquella hierba que por el efecto que hace se llama aspleno, etc., de las cuales palabras parece que se colige ser la scolopendra y el aspleno entre sí diferentes. Empero conviene considerar qué muchas veces unas plantas toman el nombre de otras, por ser en la facultad semejantes, como vemos (por no buscar los ejemplos más lejos) en la hemionite siguiente, la cual se llama también splenio,como la scolopendra, por tener semejante virtud de consumir el bazo, llamado splende los griegos. De do podemos juzgar que por la scolopendra entendió allí Galeno el legítimo splenioo aspleno, digo la doradilla, y por el splenio,la hemionite, que por sus buenas obras mereció también el tal nombre. Es la doradilla una de aquellas cosas que, sin calor notable, constan de partes subtiles, y, sin alterar nada el cuerpo, abren toda suerte de opilaciones, confortan el estómago y hígado, dan gana de comer y restituyen su color natural al rostro».
