Diferencia entre revisiones de «Categoría:Dicotiledóneas»

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Las especies reunidas en esta clase de plantas designada con el nombre de dicotiledóneas se caracterizan en primer término porque en sus semillas contienen dos hojitas embrionarias en vez de una sola, como presentan las monocotiledóneas. Cuando nacen, estas plantas suelen mostrar a flor de tierra aquel par de hojitas o cotiledones. En las monocotiledóneas, el cotiledón único permanece encerrado en la semilla.
 
Las especies reunidas en esta clase de plantas designada con el nombre de dicotiledóneas se caracterizan en primer término porque en sus semillas contienen dos hojitas embrionarias en vez de una sola, como presentan las monocotiledóneas. Cuando nacen, estas plantas suelen mostrar a flor de tierra aquel par de hojitas o cotiledones. En las monocotiledóneas, el cotiledón único permanece encerrado en la semilla.
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Este carácter fundamental no es el único que separa ambas clases de plantas. Las más veces, las flores de las dicotiledóneas están constituidas por 4 o 5 piezas en el cáliz y otras tantas en la corola, en lugar de las 3 que forman uno y otra en las monocotiledóneas, y lo mismo podemos decir de los estambres y de las partes que integran el pistilo, y luego, el fruto.
 
Este carácter fundamental no es el único que separa ambas clases de plantas. Las más veces, las flores de las dicotiledóneas están constituidas por 4 o 5 piezas en el cáliz y otras tantas en la corola, en lugar de las 3 que forman uno y otra en las monocotiledóneas, y lo mismo podemos decir de los estambres y de las partes que integran el pistilo, y luego, el fruto.
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En los nervios o venas de las hojas suele distinguirse uno con carácter preponderante, que, arrancando de su base, llega hasta su extremo y divide la lámina foliar en dos mitades. A partir de este nervio principal arrancan otros, de segundo orden, que llegan hasta los bordes de la hoja. En cambio, en las monocotiledóneas todas las venas o nervios tienen la misma importancia, y suelen discurrir paralelos a los bordes foliares.
 
En los nervios o venas de las hojas suele distinguirse uno con carácter preponderante, que, arrancando de su base, llega hasta su extremo y divide la lámina foliar en dos mitades. A partir de este nervio principal arrancan otros, de segundo orden, que llegan hasta los bordes de la hoja. En cambio, en las monocotiledóneas todas las venas o nervios tienen la misma importancia, y suelen discurrir paralelos a los bordes foliares.
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En estas dicotiledóneas, por lo regular se forma una raíz preponderante, como un pivote que, penetrando en el suelo y ramificándose en él, sostiene más o menos enhiesto el vástago. En las monocotiledóneas, no hay tal raíz principal, sino un manojo de raíces del mismo grosor y de la misma longitud, en el que no se puede distinguir ninguna que predomine sobre las demás.  
 
En estas dicotiledóneas, por lo regular se forma una raíz preponderante, como un pivote que, penetrando en el suelo y ramificándose en él, sostiene más o menos enhiesto el vástago. En las monocotiledóneas, no hay tal raíz principal, sino un manojo de raíces del mismo grosor y de la misma longitud, en el que no se puede distinguir ninguna que predomine sobre las demás.  
  
 
[[Categoría:Antofitos]]
 
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Revisión actual del 22:50 18 dic 2017

Las especies reunidas en esta clase de plantas designada con el nombre de dicotiledóneas se caracterizan en primer término porque en sus semillas contienen dos hojitas embrionarias en vez de una sola, como presentan las monocotiledóneas. Cuando nacen, estas plantas suelen mostrar a flor de tierra aquel par de hojitas o cotiledones. En las monocotiledóneas, el cotiledón único permanece encerrado en la semilla.

Este carácter fundamental no es el único que separa ambas clases de plantas. Las más veces, las flores de las dicotiledóneas están constituidas por 4 o 5 piezas en el cáliz y otras tantas en la corola, en lugar de las 3 que forman uno y otra en las monocotiledóneas, y lo mismo podemos decir de los estambres y de las partes que integran el pistilo, y luego, el fruto.

En los nervios o venas de las hojas suele distinguirse uno con carácter preponderante, que, arrancando de su base, llega hasta su extremo y divide la lámina foliar en dos mitades. A partir de este nervio principal arrancan otros, de segundo orden, que llegan hasta los bordes de la hoja. En cambio, en las monocotiledóneas todas las venas o nervios tienen la misma importancia, y suelen discurrir paralelos a los bordes foliares.

En estas dicotiledóneas, por lo regular se forma una raíz preponderante, como un pivote que, penetrando en el suelo y ramificándose en él, sostiene más o menos enhiesto el vástago. En las monocotiledóneas, no hay tal raíz principal, sino un manojo de raíces del mismo grosor y de la misma longitud, en el que no se puede distinguir ninguna que predomine sobre las demás.